Refugio Piedra del Fraile.

Piedra del Fraile es una de las opciones ideales para aclimatarnos en el inicio de nuestra estadía en El Chaltén, ya que su recorrido es muy llevadero – siempre que hablemos de llegar hasta el refugio-. Su trayecto no requiere de entrenamiento especial, solo un poco de voluntad y agua en el botellón es suficiente. Insisto, solo hasta el refugio, ya que esta ruta complementa el trayecto al glaciar Pollone con una dificultad media, al que se le suman unas dos horas mas de ida (a las dos de marcha para llegar al refugio) y que requiere el pago de un arancel para tener acceso a dicho glaciar.
Esta senda como todo, tiene una contra (no podía ser todo tan fácil), el comienzo del trayecto se inicia en el cruce del río Eléctrico con la ruta 23 (o también figura como 41, que une El Chaltén con Lago del desierto). Para llegar hasta allí, me surgen dos posibilidades: la primera es recorrer los 17 km que unen El Chaltén a pie o dedo; la segunda es contratar una combi o taxi hasta el río Eléctrico.
Una vez allí, ubicarse de cara al naciente del río y sin cruzar el puente, bajar por la izquierda, cruzar un pequeño arroyo y costear un alambrado hasta una tranquera abierta a unos 50 mts del puente (hay carteles indicando el camino). Ingresar por la huella de autos y transitar sin apartarse del camino.
Hay cada tanto unos mojones con pintura de color rojo en su extremo que nos indican el camino a seguir. Tener presente que estamos transitando por propiedad privada, esto es, manejarnos con prudencia (no son recomendaciones especiales para esta travesía, SIEMPRE , debemos extremar los cuidados del entorno, con el fin de no dañar ni flora, ni fauna. Los souvenir no son una opción. Todo debe quedar como estaba, con el menor impacto posible de nuestro paso).
Después de un kilómetro (aprox) el camino se desvía hacia la derecha, ingresando al bosque por una huella un poco mas angosta -este desvío esta señalizado- . A partir de allí se transita por una conformación de lengas las que hacen sentir su frescura de manera inmediata, siseando al compás del viento y solo interrumpidos por el golpetear de algún que otro carpintero concentrado en la preparación de su nido.
El camino culmina en otra tranquera, atrás quedaron un par de arroyos que zigzaguean caprichosamente siguiente el desnivel del terreno. En la tranquera se puede leer las indicaciones del camino a seguir para llegar a nuestro destino. luego de atravesarla, la senda se interna en un bosque mas añejo, donde se pueden observar algunos arboles que se rindieron al tiempo, volviéndose a integrar con la naturaleza. Mas allá del bosque nos encontramos con un arroyo un poco mas caudaloso, sobre el que se improviso un puente con troncos desalineados y un pasamamos hecho de sogas para poderlo sortear.
A la salida del bosque, se abre un claro donde se pueden apreciar ovejas pastando un reverdecido colchón salpicado de flores amarillas. Sobre el fondo del paisaje se dejan ver cumbres nevadas y un poco mas abajo el humo de una chimenea que cambia de dirección según el capricho del viento.
El refugio, de color verde, es visible a pesar de mimetizarse con el paisaje. Ni bien se atraviesa la cerca, se percibe el espíritu de los acampantes. Algunos lo usan de avanzada para el glaciar, otros como punto de descanso. Es aquí donde hay que registrarse para alcanzar el glaciar Pollone.
En enero del 2015 tuvimos oportunidad de hacer este recorrido que nos llevó unas dos horas y media desde que iniciamos la marcha. Si bien éste no fue directo, ya que en innumerables oportunidades los arroyos nos tentaban a una pausa, podríamos acordar que dos horas es el tiempo que demanda esta experiencia.
Ya en el puesto de Piedra del Fraile, al abrir la puerta del refugio nos recibió Nacho y su esposa. Nacho es un apasionado de la montaña, explica con lujo de detalles a los que van a emprender la escalada cual es el mejor camino para el ascenso. Sobre la mesa hay un gran libro donde, ademas de fotos, hay ilustraciones de los diferentes caminos con los nombres de aquellos que los transitaron por primera vez. También encontrarán artesanías que su esposa realiza con esmerada dedicación y gusto.
Después de almorzar una milanesa con tortilla y un alfajor de postre (el que no pueden dejar de degustar si anda por estos lares) salimos de recorrida y trepamos por un desnivel que hace de mirador de toda la zona. Desde allí la vista es maravillosa, se puede observar el naciente del Eléctrico, la laguna y en el fondo el glaciar. Si se mira en detalle, cada tanto aparecen diminutos caminantes, los que vuelven a desaparecer detrás de conformaciones rocosas.
Cerca de las quince horas, cargamos el botellón con agua fresca e iniciamos la marcha, tensamos que deshacer el trayecto para llegar al punto de inicio, teníamos en mente llegar hasta lago del desierto esa misma tarde y por supuesto dimos por cumplido ese destino también, pero esa experiencia es para otro relato.
Las referencias son: Puente sobre el río Eléctrico, tranquera, mojones pintados de rojo, un desvío a un kilómetro, bosque de lengas, tranquera, puente de troncos y el refugio. Dos horas de marcha (aprox). Dificultad: baja.
IMPORTANTE: Antes de efectuar su visita, recomendamos cerciorarse de la vigencia de las propuestas, como así también de los horarios disponibles y demás información proporcionada en esta entrada, ya que la misma pudo haberse modificado o incluso retirado por el o los responsables del lugar o servicio sin previo aviso.
Fotografía: Héctor Aviles, a excepción de las indicadas
Mapas: Extractados de Proyecto Mapear
Contacto: info@hojasderuta.com.ar
Ultima actualización: Septiembre de 2015
Webgrafía y Fuentes:
se puede hospedar en el refugio piedras del fraile, hay que reservar.??