La ruta 40 tiene estas cosas que la hacen apasionante, en tan solo unos km atravesar tres provincias, admirar la ruinas de dos civilizaciones originarias, museos, capitales nacionales, paisajes … Todo está ahí esperando a ser re-descubierto.
Este recorrido parte de Cafayate (Salta), atraviesa el tramo noroeste de los Valles (Tucumán) y concluye en Londres (Catamarca), recorre unos 270 km -muchos de estos sobre la ruta 40- El trayecto es muy rico en historia y paisajes. Tendrán la oportunidad de visitar Cafayate y su Museo de la Vid y el Vino, la Ciudad sagrada de Quilmes, Amaicha del Valle y su espectacular museo La Pachamama, Santa María del Yokavil -capital nacional de la arqueología-, Belén -capital nacional del poncho- y finalmente Londres -segunda ciudad fundada en Argentina- para finalizar en el Shinkal donde podrán apreciar los vestigios de un asentamiento Inka en el país.
Algo a tener cuenta es la organización de esta travesía. Si bien no es un trayecto muy extenso, hay mucho por ver, por lo que recomiendo planificar el recorrido para aprovecharlo al máximo. Lo primero a tener en cuenta es la época del año; lo ideal es no viajar mas allá de noviembre, por las temperaturas que se registran en el verano. En esta época disfrutarán de un agradable clima, poca lluvia y el sol en su justa medida. La otra cuestión a tener en cuenta es el hospedaje; recomendaría tener dos puntos para hacer base, Cafayate y Belén. En ambos encontraran una variada propuesta hotelera. Les podría recomendar dos, El Santo en Cafayate y el Hotel Regional en Belén. Utilizando estas dos cabeceras podrán distribuir el recorrido para aprovecharlo al máximo, les podría sugerir el siguiente esquema: noche en Cafayate, partir temprano para hacer la travesía y finalizar en Belén, descansar y al día siguiente recorrerla y sumarle Londres y El Shinkal.
Cafayate
Si me preguntan por Cafayate, les diría que no hay nada más placentero que una copa de vino torrontés degustado en alguno de los bares que rodea la plaza. El aire relajado en el cálido atardecer, el colorido de la plaza contrastando con el iglesia, el pausado andar de los lugareños, conforman la postal ideal.
Cafayate es famosa por su vino torrontés. Dicen los que saben que es el mejor del mundo. Su clima, amalgamado con los cuidadosos procedimientos de elaboración en sus bodegas, hacen de este lugar la combinación apropiada para la gestación de este famoso vino salteño. En Cafayate las uvas encuentran el micro-clima ideal; la temperatura mínima anual es de tal solo 10 grados, la media 15 y la máxima 30 grados y poca lluvia. Dicen que en el año no hay ni un solo día sin sol y noche que no sea fría. Esta conjunción, sumada a la escasez de agua, hace que la uva resulte la adecuada para obtener -de la mano de sus productores- éste tan premiado Torrontés.

En Cafayate, como no podría ser de otra forma, se encuentra el “Museo de la Vid y el Vino”, un verdadero santuario erigido a esta bebida espirituosa. Al recorrer este museo -que forma parte de la ruta del vino- y disfrutar de las bellas imágenes y escenas que le dan contenido; se percibe como se combinan el diseño, creatividad, arquitectura y tecnología para que cada visitante viva una experiencia inolvidable y conozca la estupenda calidad que distingue a los vinos de los Valles Calchaquíes y sus singulares características.
Ciudad Sagrada de Quilmes
Saliendo de Cafayate en dirección sur por la ruta 40 y después de recorrer unos 30 km ingresarán a Colalao del Valle, 15 km mas, sobre la mano derecha, se encuentra el acceso a la Ciudad Sagrada de Quilmes. Lo primero en divisarse es el centro de interpretación y el museo y como fondo se puede tener un vista global de la ciudadela. Hay guías locales que gratuitamente ofrecen ayudar en la interpretación de este sitio arqueológico.
Esta ciudad Sagrada, es el mayor asentamiento precolombino de Argentina, se ubica en la provincia de Tucumán -en el Valle Calchaquí- al pie del cerro Alto del Rey y ocupa aproximadamente unas 30 has.
Con una población estable de tres mil personas, la fortaleza se mantuvo en pie desde el año 800 hasta el siglo XVII, en el que fueron derrotados por los españoles, quienes los obligaron a trasladarse a pie 1200 km hasta la zona en donde hoy se encuentra la ciudad de Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, el 2 de enero de 1667. Durante esa travesía, murieron muchos de los casi cuatro mil integrantes desterrados.
En los restos de la ciudad se pueden observar casas de piedra y antiguas paredes de roca. Otro elemento llamativo de estas ruinas son las destacadas construcciones de represas de agua y la gran cantidad de cultivos, principalmente de maíz, que eran la base alimenticia de este pueblo.
Amaicha del Valle
Saliendo de la ciudadela hay que retomar la ruta 40 en el mismo sentido que veníamos transitando. A unos 8 km se divisa un puente sobre nuestra mano izquierda que cruza el río Santa María. Debemos cruzar este puente y dejar la ruta 40 para tomar la ruta provincial 307 en dirección a Amaicha del Valle. Después de recorrer 20 km arribaran a Amaicha. Unos metros antes del acceso, se encuentra el museo La Pachamama -obra del artista plástico Héctor Cruz-, el que especialmente recomiendo visitar. Su museo refleja las costumbres y tradiciones ancestrales de la Cultura Diaguita – Calchaquí. Fue inaugurado en 1998 y ocupa unos 10.000 metros cuadrados. Posee cuatro salas dedicadas a Etnología, Geología, Tapices, Pinturas y patio de esculturas.
Ya en la plaza principal de Amaicha se divisa un cartel que reza: “Días de sol en el año: 360 días” titulo que le pone marco a lo que experimentará el viajero en este lugar por el que el tiempo parece no transcurrir. De casas bajas y un colorido rosado en sus paredes, Amaicha es un sitio muy tranquilo en el corazón de los valles, con paisaje árido de una belleza única, con cerros y valles multicolores que enamoran al visitante.
Si quieren saber cuales son los puntos para visitar el lugar, en la plaza principal funciona una oficina de turismo, justo atrás del cartel de bienvenida.
Santa María de Yokavil
Después de haber recorrido Amaicha, opuesta a la ruta 307, se inicia la ruta 357 -podríamos decir que se ubica en la puerta trasera- que nos conectará con Santa María. Esta bella localidad de Catamarca, a solo 24 km de Amaicha, lleva el título de Capital nacional de la Arqueología. Identificarán que están ingresando a Santa María sin margen de error por la escultura de la Pachamama en el acceso.
Sobre esta ciudad ya he escrito en entradas anteriores con mas detalles. Pueden hacerle una visita >>aquí<<
Una recomendación sobre esta localidad. A Santa María se ingresa por la 357 desde Amaicha y por la 40 desde Colalao del Valle. Al llegar al puente sobre el río homónimo, se debe cruzar -sí o sí- en dirección a la ciudad, y continuar por la ruta 357 en dirección sur. Se preguntarán por que esta recomendación? porque la ruta 40 continúa por la margen derecha del río y después de un trayecto importante se empieza a angostar hasta que termina en una calle de tierra. Ahí surgen dos opciones: (uno) desandar lo recorrido o (dos) doblar a la izquierda y encarar el vado sobre el río, que dependiendo del año, estará mas o menos crecido, también contará el tipo de vehículo. Una vez atravesado el vado la 40 se une con la 357 y desde allí continua en dirección a la localidad de Belén.
Belén

Después de recorrer 170 km desde Santa María por la ruta 40 y pasar por la localidad de Hualfin -nombre que proviene del quechua “Gualfin” o simplemente “Malfin”, en el idioma madre, denominación del pueblo originario del lugar- se arriba a Belén, localidad que ostenta el título de “capital nacional del poncho” y con razón, ya que en la zona nacen los mejores tejidos de esta prenda, los que participan de una puja anual para determinar al mejor.
Belén fue fundada allá por el 20 de diciembre de 1681 por el Presbítero Bartolomé de Olmos y Aguilera, quien la bautizó bajo el nombre de “Belén”, en honor a la patrona del pueblo: “La Virgen de Belén”.
Ni bien se toma contacto con este lugar, podrán experimentar la seducción de sus valles fértiles, las bodegas, monumentos históricos y antiguas iglesias que invitan a descubrir y a conocer su gente para sumergirse de lleno en su rica cultura y sus costumbres, la que amalgama una fuerte presencia de los pueblos originarios que habitaron la zona con la avanzada española. La gastronómica entre ellas -imposible dejarla afuera- es una de las mas exquisitas experiencias que podemos degustar en el norte; locros, humitas, mote, jigote y la típica y bien ponderada empanada frita catamarqueña con ingredientes distintivos como la papa, aceitunas y pasas de uva en su picadillo. No quería pasar por alto mi experiencia en el lugar. Aquí tuve la oportunidad de saborear el jigote (lasagna catamarqueña) preparado como solo lo puede hacer “Tonita” en su restaurante frente al correo. No se lo pierdan, es una exquisitez!!
No pueden perderse de visitar en Belén el Santuario “Nuestra Señora de Belén” y Museo Sacro, el Monumento a la Virgen de Belén, el Museo arqueológico “Condor Huasi”, la quebrada y río Belén, La localidades de Hualfin, la capilla Ntra Sra del Rosario, La puerta de San José, el complejo Agua Clara y la reserva de la biósfera Laguna Blanca.
Londres
Famosa por las nueces, Londres es un largo pueblo dibujado a la vera de la ruta 40. Frente a la llamada “plaza de abajo” está la iglesia de San Juan Bautista, y frente a la “plaza de arriba”, se encuentra la iglesia de La Inmaculada Concepción, declarada Monumento Histórico Nacional.
Esta localidad que ostenta ser la segunda ciudad fundada en Argentina (La primera fue Santiago del Estero). En 1.557 traspuso la cordillera por el Paso de San Francisco, Don Juan Pérez de Zurita quien en 1.558 funda la primera ciudad de Londres en el Valle del Quimivil, bautizándola con el nombre de Londres de La Nueva Inglaterra, en homenaje a los reyes Felipe II y María Tudor, heredera del trono inglés. Como jurisdicción eclesiástica, conformó el Curato de Londres, comprendiendo la zona oeste del territorio conquistado. Esta ciudad fue destruida y luego mudada por la creciente del río asentándose en forma definitiva a su actual locación desde el año 1.612 al Valle de Quimivil.
El Shinkal de Quimivil
Este monumento Histórico Nacional a partir de 1.997 esta situado a 6 Km. de Londres y a 2400 km del Tahuntinsuyo (Cuzco), formando parte del Qhapac Ñan en territorio argentino. Comprende un predio arqueológico de casi 30 hectáreas, donde se ven parcialmente reconstruidos numerosos recintos, escalinatas y senderos que forman parte de un populoso centro urbano habitado desde los siglos XV y XVI, construido y habitado por los Incas entre 1.470 y 1.536. Enmarcado por un extraordinario entorno natural y compuesto por más de un centenar de recintos agrupados en edificios monumentales. Tiene dos plataformas construidas en sendas lomadas a cada lado de la plaza las que se utilizaban como mirador y para el culto a sus dioses. Desde allí podrán impactarse con la panorámica y las construcciones como la “Kallanca”, galpón hecho de piedra, del que se conservan las pircas perimetrales y sus puertas trapezoides y que funcionaba como taller y depósito. El “Ushnu”, trono de forma cuadrangular con una escalinata de piedra, la plaza y el “Sinchihuasi”, habitaciones en hilera.
Cafayate: S26 04.316 W65 58.549
Ciudad Sagrada de Quilmes : S26 27.945 W66 02.152
Amaicha del Valle: S26 35.627 W65 55.202
Santa María: S26 41.688 W66 02.885
Belén: S27 38.949 W67 01.588
Londres: S27 42.760 W67 08.149
El Shinkal: S27 41.414 W67 11.042
IMPORTANTE: Antes de efectuar su visita, recomendamos cerciorarse de la vigencia de las propuestas, como así también de los horarios disponibles y demás información proporcionada en esta entrada, ya que la misma pudo haberse modificado o incluso retirado por el o los responsables del lugar o servicio sin previo aviso.
Fotografía: Héctor Aviles, a excepción de las indicadas
Mapas: Extractados de Proyecto Mapear
Contacto: info@hojasderuta.com.ar
Ultima actualización: Octubre 2015
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